Leí con beneplácito su
nota," La idea del poder absoluto" , de algunas de
las características que la Presidenta la Doctora
Cristina de Kirchner tiene, el egocentrismo es la que más la destaca y desde
luego no es la adecuada para gobernar un país, el ego centrista,
tomará decisiones, que seguramente no serán las de un estadista.
De su nota saque
mi humilde conclusión: creo que
la República Argentina, tuvo, tiene y seguirá teniendo, muy
malos gobernantes y políticos, en tanto y en cuanto, nosotros los ciudadanos,
en su gran mayoría, no valoremos lo que significa de colocar un
voto en una urna.
Mientras pensemos que
un voto, es solo un papel, dándole solo el valor, como si se jugara
un billete de lotería, no comprendiendo el inmenso valor que ese
papel tendrá en un futuro inmediato, si colocamos el
famoso pape-líto, sin evaluar y exigir que se sepa,
el currícum del o de los postulantes, su moral, su ética, su estado
patrimonial, y si lo ganaron éticamente, su estado de salud
mental, sus antecedentes penales, si consumió drogas
peligrosas o si en la actualidad las consume, si realmente
sus títulos universitarios son comprobables, y poder evaluar a nuestros
futuros gobernantes y no permitir que se instalen en los gobiernos gente no
calificada, sin ética, sin moral o ego centristas, y
que detrás se formen debido a las famosas lista sabanas, un
ejército de aduladores y sofistas que van creando alrededor de
los mandamás, de turno, todo un torbellino de leyes, que usaran
en sus propio provecho, para poder perpetuarse en el poder, y hacer
de la política un muy buen medio de vida, que están predispuestos
a cumplir a raja tabla, las ordenes que desde arriba, les dicten,
sin ningún análisis, ni escrúpulos, cumplirán, son los
mismos políticos que se escondían detrás de las
cortinas y que en una verdadera democracia tendrían que estar
excomulgados ''de la política", sin embargo, subsisten, usando el
sofisma como lenguaje cotidiano, por culpa de nosotros los ciudadanos que
no valorizamos nuestro voto.
En la película “Desde
el Jardín”, del director Hal Ashby y su protagonista Peter Sellers, se supone
que cuando se descubre la farsa, la democracia tuvo los medios para
desarticular el terrible error, en la democracia a la Argentina, eso no es
posible, debido a los subsidios a los necesitados y a lo que no lo son, estos
últimos los reciben ,sin ninguna necesidad y desmedida glotonería, los ejércitos
que crea el gobierno de miles delincuentes que cada vez son más, los
cientos de manteros vendiendo mercaderías non santas , los miles de
revendedores de las saladas en toda la ciudad de Bs.As, ocupando lugares
ilícitos, las miles de mecheras ,(los comerciantes saben de qué hablo), los
miles de ocupas, que no pagan alquileres, los miles de barra bravas, que
proliferan gracias al fútbol para todos, los miles y miles de
narcotraficantes, a ¿quién van a votar ? votaran a un gobierno permisivo que su solo
objetivo será tener a todos esos ejércitos de mal vivientes afiliados a sus
huestes, si los ciudadanos trabajadores y honestos no tratando de inclinar la
balanza con su voto hacia en el lugar correcto, sumará su voto a los del
ejercito de delincuentes.
Que los necesitados,
y los delincuentes agradezcan a Cristina de Kirchner, dándole su voto,
quizás se pueda entender, que gente trabajadora, reciba subsidios como
pago anticipado, por un voto, es inmoral y a la ves entupido, debido que los
subsidios salieron y saldrán de sus propios bolsillos los desequilibrios
que causaran los gastos desmedidos e incontrolables, para mantener los ejército
adictos al gobierno, que no trabajan, ni trabajaran jamás y si en algún momento
no cobraran, sus subsidios por militar en gobierno Cristinista, harán sentir
violentamente sus protestas, lástima que las protestas violentas las tendrán
que afrontar los que queden en la República Argentina, los que
hicieron sus rápidas, y fastuosas fortunas emigraran a otros lares , a
disfrutar de sus vacaciones, y (sus) fortunas mal habidas.
El “Jardiner”
a la Argentina fue Néstor Kirchner y se lo creó en democracia, pero lo
trasformaron en un principado para la perpetuación en el poder y el
crecimiento desmedidos de los patrimonios, con el solo compromiso de decir que “si”
a todos los caprichos de sus Reyes y Príncipes.
Alfredo
Hernando
