miércoles, 11 de diciembre de 2013

El Apartheid de Cristina de Kirchner.



El acto partidario que armó Cristina de Kirchner para según “ELLA” conmemorar los 30 años de democracia, con este supuesto acto Cristina de Kirchner junto a sus seguidores bailó sobre cadáveres y cientos de víctimas, con este baile  terminó de instalar “Su propio Apartheid Cristinista”

Para Cristina de Kirchner no hay  buenos ejemplos que le llegue, así se llamen Nelson Mandela o el Papa Francisco.

En su monologo se olvidó de mencionar que entre los saqueadores habían muchos jóvenes de a píe o en moto “NI-NI”  (Que no pueden trabajar ni estudiar) y que son de su única responsabilidad de que existan.

Si el único objetivo de llegar al poder sin ninguna capacidad, solamente para acumular fortunas incalculables, a costa de las desdichas de millones de ciudadanos: desplazados, sin ninguna posibilidad, y viviendo miserablemente abría que preguntarse seriamente si no será inteligente que para terminar con esta anarquía, permitir que todos los componentes Kirchneristas junto a sus testaferros, pudieran blanquear sus ilegitimas fortunas para que dejen de presionar a la justicia y que esta se pudiera recomponer y poder transitar lo que le queda por gobernar, con una justicia impoluta e independiente para poder desactivar las bombas e hipotecas que Cristina de Kirchner dejará.

El único costo que tendrán los corruptos, es que en algún rincón de sus conciencias llevarán los muertos y los millones de ciudadanos que vivieron y viven indignamente por sus actos de corrupción.
                      (La corrupción mata)


Para poder lograr sus ilegales fortunas, si hubieran trabajado fuera del estado, hubieran tardado más de 500 años en lograrlas y en la función pública las lograron siendo corruptos en solo unos pocos años, y pareciera que en el tiempo que les falta transitar, van por más.





Las patéticas y abochornadas miradas de los señores: De la Rúa, Rodríguez Saá y Alfonsín escuchando el soliloquio, desubicado de Cristina de Kirchner, revelaban que estaban arrepentidos de haber concurrido, pensando que concurrían a un acto del pueblo y se encontraron inmersos y avalando con sus presencias un acto partidario, para justificar lo injustificable, y con bailes sobre cadáveres y miles de víctimas.

 Quizás el error fue pensar que con los ejemplos de Nelson Mandela y el Papa Francisco, el acto por los 30 años de democracia sería una verdadera fiesta popular, pero ante los saqueos muertos y heridos, no haber concurrido hubiera sido un acto solidario y de sentido común, desde luego estamos en democracia y cada uno se solidariza con el que quiere.

       "Esperamos sus descargos, si los tuvieran"


                                         Alfredo Hernando





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