En el año 1892 el presidente Cárlos
Pellegrini empezó a implementár
disposiciones para combatir las
plagas de langostas llamadas
vulgarmente “tucuras” que
destruían las cosechas y los arboles
frutales dejando los campos yermos; el
Ministerio de Agricultura a partir de ese entonces empezó a suministrar por
años elementos para combatirlas, se
usaban unas chapas de zinc que se
ensamblaban formando barreras y se
cavaban zanjas donde se las iban
quemando con lanzallamas.
(Datos tomados de una atractiva y detallada
nota escrita por el Sr. Osvaldo H. Helman
nota escrita por el Sr. Osvaldo H. Helman
que se publicó en "RINCÓN GAUCHO" en el
"Suplemento del Campo" de La Nación)
"Suplemento del Campo" de La Nación)
Ver como se trataba de salvar las
cosechas de los estragos que
producen las langostas solo lo
puede describir alguien que vivió
esas experiencias como el
esas experiencias como el
Sr. Helman y que comparto por
haber vivido la misma situación
siendo muy chico en una chacra
en Zelaya (Buenos Aires) cuyo
propietario era Luis luvini un
propietario era Luis luvini un
tío mío.
La diferencia que hay con una plaga
de langostas y los políticos corruptos
es que en el lugar donde en definitiva
mueran las langostas abonaran el
suelo, pero en cambio en donde se
asientan los políticos corruptos el
daño que hacen son irreversibles, sus
descendientes seguirán los pasos de
sus mayores y por ende, por
décadas estarán enquistados en
cargos públicos de jerarquía sin estar
capacitados para ejercerlos y
seguirán degradando la calidad de
vida de millones de ciudadanos: por
los dineros que roban y que deberían
usarse para combatir la
descendientes seguirán los pasos de
sus mayores y por ende, por
décadas estarán enquistados en
cargos públicos de jerarquía sin estar
capacitados para ejercerlos y
seguirán degradando la calidad de
vida de millones de ciudadanos: por
los dineros que roban y que deberían
usarse para combatir la
desnutrición infantil, el analfabetismo,
el paco, etc., robándoles la posibilidad
de poder acceder a casas dignas, a la
salud, agua potable, educación, todos
derechos que por ley les corresponden
y en cambio les otorgan planes sociales
que los van dosificando para que
solamente les alcance para que
que los van dosificando para que
solamente les alcance para que
puedan subsistir en villas miserias y
rancheríos, pero no les dan la posibilidad
de estudiar ni tener trabajos dignos para
que no puedan salir de la pobreza
endémica en que los tienen sumergidos
para tener sus votos cautivos.
NOTA:
"UNA DEUDA QUE TIENE LA DEMOCRACIA ARGENTINA"
Los ciudadanos antes de votar,
tendríamos que poder acceder a los
verdaderos "CURRICULUN” de los
postulantes para todos los cargos
públicos relevantes como ser
presidentes, vicepresidente,
gobernadores, senadores, diputados,
etc. y los que tengan antecedentes de
corrupción o falta de ética, no puedan
saltar las barreras de zinc, ni las zanjas
como se hace para controlar a las
langostas, para lograrlo se debería
investigar exhaustivamente sus
tendríamos que poder acceder a los
verdaderos "CURRICULUN” de los
postulantes para todos los cargos
públicos relevantes como ser
presidentes, vicepresidente,
gobernadores, senadores, diputados,
etc. y los que tengan antecedentes de
corrupción o falta de ética, no puedan
saltar las barreras de zinc, ni las zanjas
como se hace para
langostas, para lograrlo se debería
investigar exhaustivamente sus
patrimonios, los de sus parientes y
allegados, obligarlos a que se hagan
test psicológicos, exigirles hacerse
test psicológicos, exigirles hacerse
"Rinoscopias" y los análisis
correspondientes para saber si consumen
estupefacientes; si los ciudadanos
hubiéramos conocido los antecedentes de
los Kirchner se hubiera podido evitar la
caterva de corruptos que se enquistaron y
con total impunidad robaron y siguen robando.
caterva de corruptos que se enquistaron y
con total impunidad robaron y siguen robando.
Alfredo Hernando
Invito a leer, La ilimitada estupidez humana: http://alfredolhernando.blogspot.com.ar/2014/08/la-ilimitada-estupidez-humana.html
Realmente es asombroso. Vino a mi memoria que no han faltado langostas en la provincia de Buenos Aires; desde ya que hace mucho tiempo. Recuerdo el comentario de Mamá, que nos contaba que cuando vivían en Zelaya vino una plaga de langostas, y para ahuyentarlas salían todos al campo golpeando latas y haciendo mucho ruido.
ResponderEliminarPor otro lado, me pregunto si la actual plaga, que sé llegó a San Luis, afectó a Gerardo.
Me alegra que siempre tengas inquietudes con los temas de actualidad.
Con el cariño de siempre,
Coca
Lo que menciona era una práctica para "arrearlas" hacia un lugar delimitado por barreras de chapas de zinc planas sujetadas por varillas de hierro; uno de los extremos tenía forma de U, el otro tenía una punta que lo hundían en el suelo. Luego las quemaban con un lanzallamas cuyo combustible era el kerosene.
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