miércoles, 25 de octubre de 2023

NOVELA EL CASTILLO



El duque Sannazzaro Natta, tenía por costumbre salir sin custodia, solo con su hijo mayor Roque Natta que tendría 9 años, por un pasadizo secreto de su castillo enclavado en un cerro cerca del Vaticano, la caminata siempre la hacían de noche, era larga y tenía dos propósitos uno era enseñarle todo lo relativo a la guerra, la espada ya la manejaba como un experto y noche tras noche le enseña un nuevo truco que el conde había heredado de su padre y este de su abuelo paterno con una estrategia los tres habían matado a docenas de contrincantes, el truco consistía que cuando estuviera peleando con algún rival, aunque este lo superara en estatura y hábil con la espada o sable aparentar flaqueza en el trajín de la pelea, colocar la rodilla izquierda en el suelo y estirando el brazo derecho con la espada hacia adelante esta quedaba plana en el suelo, como la distancia que habría entre los dos no ponía en peligro a ninguno de los dos, pero envalentonado el que estaba de pie, siempre pisaba la espada del contrincante para que este quedará desarmado, en ese preciso momento el que estaba de rodilla en tierra, con una pequeña daga que tenía escondida en la mano izquierda, se la chava en la rodilla del contrincante, el cual quedaba a la merced del astuto rival, este ritual lo habían practicado cientos de veces, la segunda razón era para que su hijo se fortaleciera, de todos modos era un joven alto y musculoso para su edad, pero esa noche pasó algo trágico que el Conde sospechaba que podría pasar desde hacía unos meses, que su primo el obispo Masonsa de Mérida quisiera tomar por la fuerza la parte de la herencia que le reclamaba desde hacía años, desde lo alto del cerro vieron con horror como una parte del castillo se incendiaba y a pesar de la distancia se escuchaban gritos y lamentos, muy preocupados trataron de volver lo antes posible al castillo, antes llegar a la entrada secreta se tuvieron que esconder para no ser vistos y vieron pasar todo un ejército que se retiran del castillo tirando de tiro caballos con bultos que serían trofeos de guerra, al llegar al interior del castillo lo que les esperaba era algo dantesco sirvientes mueretos o eridos y sus soldados, muertos por doquier, en sus aposentos su mujer y sus hijos todos muertos con terribles tajos producto de los sables curvos, junto al cadáver del cuidador del establo que evidentemente lucho hasta el final defendiendo a la duquesa y sus hijos y junto al cadáver del sirviente estaba su hijo de unos 12 años llorando, el Conde Sannazzaro apartándolo de su padre, le encargo a su hijo que se sacara la ropa que llevaba puesta y la quemara y que se deshiciera de su espada y que fuera al cobertizo donde vivía el sirviente y se pusiera algunas ropas de él joven, mientras él se encargó de sacarle la ropa al sirviente y se vistió con ellas y vistió con sus suntuosas ropas al parafrenero y le colocó su espada en la mano la llenó de sangre luego revisó a todos los cadáveres de los atacantes, para asegurarse de que estuvieran muertos, desde esa noche tomaría la identidad del leal sirviente y seria de hoy en más el padre de esos dos jóvenes a los que les hizo jurar que hasta que no se lo mandase no rebelarían jamás de que el Duque Sannazzaro Natta, su hijo, Roque Natta y el hijo del sirviente del establo estuvieran vivos.

Pasaron siete días desde que el Duque había decidido hacerse pasar por el sirviente que se encargaba del establo con sus dos hijos en el ínterin desde el Vaticano llegaron nuevos sirvientes y sepultureros que se encargaron de la limpieza y de sepultar en el cementerio del castillo en una fosa común los cadáveres de los soldados, los sirvientes y se verifico muy especialmente que los cadáveres del Duque Sannazzaro Natta su esposa e hijos fueran los que iban cayendo en la fosa común.

El Duque Sannazzaro Natta adoptó el nombre de Andrés y seguía a cargo de los establos y sus dos hijos sus ayudantes, como la altura de Duque  hoy Andrés hubiera sobresalido sobre los demás sirvientes este adoptó una postura encorvada y fingía una renguera en una de sus piernas, que lo hacía torpe y que en más de una oportunidad los otros sirvientes se burlaban de él, lo que aparentemente pareciera que el ahora llamado Roque se hubiera resignado a su triste destino no sabían que habían que había detrás de ese fantoche, cuando ya el castillo estuvo listo para ser habitado por la nobleza empezaron a instalarse los mismos parientes que fueron los que habían pergeñado la matanza para quedarse con el castillo y la fortuna, matado a la familia del Duque, este los veía diariamente cuando le ordenaban ensillar caballos, para montar o algún carruaje para los más obesos o mayores de edad usaban para visitar el Vaticano o villas veraniegas o adelañas, Ladi de Mérida era una hermosa mujer casada con su primo el obispo Masonsa de Mérida y observando a los hijos del parafreneros, penso que eran muy apuestos en especial el menor y penso que apesar de su aspecto tullido podria ser un buen semental, si bien se había acostado con muchos ninguno llego a satisfacerla plenamente, empezó a tejer su estrategia el que siempre le preparaba su caballo que ella iba a montar era el hijo menor y le ordeno de desde ese día su padre se encargaría de ese menester, todos los días se le insinuaba cada vez más, y como el palafrenero la ignoraba ladi Mérida cada vez se obsesionaba mas, hasta el día que se animó a entrar sola en el cuchitril donde vivía el sirviente y se abalanzo hacia el dejando sus pechos al desnudo, y le ordenó que se sacara sus raídas ropas, el palafrenero la rechazó ante esta actitud tomo una fusta y lo azoto en el rostro, el palafrenero se irguió cuan alto era, y la tomo de cuello y Ladi de Mérida, se encontró indefensa, ante semejante gigante, y supo que nadie la podría socorrer y empezó a sollozar, en el mismo momento un golpe la desmallo, rápidamente la desnudó y tomó  un prendedor  que desde el primer día que lo vio reconoció como el prendedor de su mujer con su estilete le provoco un corte en un seno y la arrojo desde la ventana al chiquero pensó que en menos de una hora, los chanchos no dejarían ni rastro, de la mujer, luego quemo la ropa, y guardo en un lugar seguro el precioso prendedor, llamó a sus hijos y les dijo lo que había pasado por lo tanto deberían cambiar la fecha de la venganza que al no aparecer, ladi de Mérida todos serian sospechosos y el ejército del vaticano con su capitán el obispo,,,,,,,,,, llegaran al castillo y podrían hasta torturar y hasta matar a todos los sirvientes, adelantarían la venganza en una pequeña canasta colocó el prendedor, se subió al caballo de ladi....y salió al paso por la parte de atrás del cobertizo cruzo el foso del castillo y calculando media hora de galope, desmonto y dejo libre al caballo este dio media vuelta, y se dirigió con el segundo caballo que traía de tiro y llegó al castillo donde fue recibido por la guardia y al mostrar el broche de ladi.. pidió hablar con el obispo,,,, el que al recibirlo no sospecho nada del sirviente tullido que llego montado en un caballo de ladi que le entrego el hermoso prendedor junto a una nota escrita con una hermosa caligrafía donde le decía que el hermoso prendedor había pertenecido a la  esposa del Conde, y que se lo regalaba a su sobrina y los invitaba a cenar en el castillo para contarle un gran secreto sobre un gran tesoro que los sirvientes dicen está escondido en el castillo desde hace siglos y quisiera que le mandaran expertos para recuperar para la corona dicho tesoro, el obispo le dio una esquela para ladi, y lo despidió. Al llegar a la caballeriza, ya había regresado la yegua de ladi, y rápidamente se lo comunicó al capitán que rápidamente se reunió a todos los soldados para buscar en un radio al castillo a ladi ,,, que evidentemente, se abria caído de la cabalgadura al anochecer volvieron los pelotones sin ninguna novedad y se esperaba lo peor, luego llego un carruaje con el obispo, y su sobrina y al enterarse de la desaparición dio me vuelta y volvió hacia el vaticano al rato el carruaje fue asaltado por tres forajidos uno parecía un gigante que matando sorpresivamen
te a los dos guardias amenazando al asustado conductor los otros dos bajaron a el obispo y a su sobrina, el gigante lo tomo por el cuello y con la otra mano le sacó los dos ojos sus gritos se pudieron escuchar a lo lejos su sobrina al gritar abría la boca y en ese momento el más chico ya le había sacado el prendido que tenía prendido en una esplendorosa prenda y ese hermoso prendedor de un golpe de puño se lo introdujo en la boca rompiéndole varios dientes, luego subieron a los dos soldados muertos y a los empujones al obispo y a su sobrina, en la carrosa  le ordenaron al conductor que todavía tenía a los dos soldados muertos y sangrantes siguiera su camino, que desde luego acato de inmediato, asusando a los caballos salió disparado hacia el vaticano,

Al volver a altas horas de la noche entraron cruzando el foso del castillo y luego fueron directamente a la cocina envenenado el agua el vino y las especies con cicuta que habían recolectado durante varios días, luego juntando vituallas que llevaron con un caballo a tiro juntaron sus armas y se retirando cruzando nuevamente el foso del castillo y se dirigiendo directamente al cerro donde durante meses el conde y su hijo iban diariamente, allí acamparon sin prender fuego para poder ver los acontecimientos, ya a la madrugada vieron como entraban por el puente principal del castillo el ejército del Vaticano al mando de su primo el Obispo Masonsa de Méridaza el gran revuelo que vieron les dieron la seguridad que los estaban buscando por todo el alrededor a la tarde fueron entrando nuevas autoridades, del vaticano, y a la anochecer, se vieron varios carruajes se retiraron y consideraron que sería el mejor momento para volver a castillo y lo hicieron cruzando el foso del castillo, lo primero que vieron fue que la cicuta había echo estragos, soldados por doquier muertos a los que todavía estaban con vida los iban rematando, luego en las habitaciones de los sirvientes las cocinas y las habitaciones de la corte siguieron matando a los moribundos, cuando creyeron que ya no había ser vivo soltando todo el ganado y caballos que les sobraron y hasta los chanchos que se habían cómido a Ladi,,,,, bajaron a las catacumbas donde el conde, tirando una pared abajo retiro un gran cofre lleno de joyas y monedas de oro que habían pertenecido a los abuelos de los abuelos de la familia, Natta, luego de cargar las bolsas de cuero en un caballo de tiro pusieron rumbo a Portugal, pero antes quemaron todo el castillo desde arriba hacia abajo, arribaron a Portugal, en Portugal decidieron separarce y con el dinero casarce con algunas  hijas de comerciantes y lograr tener nuevos apellidos, el Duque y su hijo se embarcaron para America y el hijo del parafrenero, seria el albacea del fabuloso tesoro y se quedo en Portugal compró una empresa naviera con la inmensa fortuna que el duque le habia dejado en sus manos para que lo administrara, lo primero que hizo fue comprarle la empresa naviera  a un empresario, que se habia fundido devido a que en los ultimos embarques los piratas habian robado toda la carga de plata que traian desde América y ademas les quemaron los buque, se caso con la hija mayor del venido a menos naviero y adoctó el apellido de su esposa De Mello, el conde adoctó su antiguo apellido pero ya no como Duque y ni su hijo como Lord, se embarcaron como mercenarios de Pedro Menendez de Aviléz y su hijo Roque Natta se establecion en la ciudad San Agustín que fué el asentamiento más antiguo de lo que hoy es la florida, en los EEUU, su padre siguió viaje como un militar a las ordenes de Pedro Menéndez de Avilés ai que el emperador Carlos V le autorizó a continuar con sus acciones contra los franceses, de forma que eluna escuadra francesa mandada por Jean Alphonse de Saintonge captura en Finisterre 18 naves vizcaínas. Menéndez de Avilés le persigue hasta el puerto de La Rochela, donde se ha refugiado, y recupera cinco de las naves, aborda la capitana y personalmente da muerte a Jean Alphonse de Saintonge.

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