domingo, 28 de agosto de 2016

Los humanos y los derechos que creemos tener sobre los animales.

                                             

                                                  Ashanti Varty periodista y escritor Indio biógrafo del Dr. Rotna Nadar
Parte de la biografía del Dr. Rotna Nadar, escrita por Ashanti Varty, escritor y periodista indio.

Si quisiéramos enumerar las pasiones quizás Williams Shakespeare será el que mejor las describa: (celos, traición, furia, venganza) pero las virtudes que tiene el hombre (el amor, la piedad, la solidaridad) es Cristo el que acaparó las pasiones más loables, no nos debemos olvidar de Antoine de Saint-Exupéry que por intermedio del principito resaltar algunos de los defectos que tenemos y lo triste que sería desperdiciar nuestras vidas viviendo como obcecados, autómatas, egoístas o vanidosos y como un Esopo moderno Antoine de Saint-Exupéry hace hablar a los animales con humanos y se entienden y aprende de ellos.
Pero los humanos con una mediocridad supina no solo que no interpretamos a los animales sino que el abuso que realizamos sobre ellos pareciera que es ya incontrolable, desde los tiempos inmemorables, el hombre esclavizó a todas las criaturas del planeta sin dejar a ninguna ni aun en el rincón mas inaccesible y las sometimos a los más terribles flagelos "esclavitud, torturas y muerte" (en ese orden) desde que nacen hasta cuando las sacrificamos para comérnoslas o sacarles sus pieles o cueros y hasta tenemos el tupé de modificarles los genes o los clonamos, se habla que hemos llegado a esos extremos porque somos poco humanos me parece que se llega a esos extremos porque somos animales que hablamos y descalificamos a los animales porque no hablan, creemos que no tienen alma ni sentimientos y no tenemos piedad para con ellos, por lo tanto según nuestro entender podemos disponer de sus vidas a nuestro antojo.

                                          Rotna Nadar

Dedicatoria de Antoine de Saint-Exupéry a su amigo Léon Werth
          
Pido perdón a los niños por haber dedicado este libro a una persona mayor. Tengo una seria excusa: esta persona mayor es el mejor amigo que tengo en el mundo. Pero tengo otra excusa: esta persona mayor es capaz de comprenderlo todo, incluso los libros para niños. Tengo una tercera excusa todavía: esta persona mayor vive en Francia, donde pasa hambre y frío. Tiene, por consiguiente, una gran necesidad de ser consolada. Si no fueran suficientes todas esas razones, quiero entonces dedicar este libro al niño que fue hace tiempo esta persona mayor. Todas las personas mayores antes han sido niños. (Pero pocas de ellas lo recuerdan). Corrijo, por consiguiente, mi dedicatoria: 


A LEÓN WERTH (cuando era niño)

No hay comentarios:

Publicar un comentario