lunes, 26 de septiembre de 2016

DR. Rotna Nadar en Bolivia.

Fragmento del libro sobre la vida del  Dr. Rotna Nadar escrita por el periodista y escritor Indio Ashanti Varty (Traducción del Hindi)


Cuando recorro el mundo trato de interactuar con la mayor cantidad de personas y todas las extracciones sociales desde los más humildes hasta los más pudientes en general a todos les hago una pregunta que es: ¿qué es lo que más miedo les da en la vida? en las ciudades y grandes urbes sean de extracción muy pobre que viven en alguna villa miseria o los que viven en grandes mansiones, sean intelectuales o analfabetos, sus miedos son siempre casi de la misma índole y muy parecidas, el temor a la muerte, está en primer término, el temor a las enfermedades, a quedar ciegos, o tullidos y el temor por la inseguridad de ellos mismos o de sus familiares, y el temor a la vejez; entre los primeros temores de los seres que viven alejados unos de otros o en pequeñas comunidades que sus subsistencias depende de lo que les da la tierra o los indígenas que son recolectores, pescadores o cazadores, por lo general no le temen a la muerte pero sus mayores temores están relacionados los fenómenos naturales: las inundaciones, las sequías, los grandes fríos o los grandes calores, los rayos, los temblores, los eclipses y los cambios climáticos, que les hace cada vez más difícil poder comer, párese paradójico que los que viven en las grandes urbes y son los que en definitiva provocan los cambios climáticos no le temen a estos porque de alguna manera no están tan expuestos, pero los que viven en contacto con la naturaleza ven por experiencia propia o por el relato oral de sus mayores, se van dando cuenta que los climas cada vez les son  mas adversos, donde antes abundaba la pesca hoy ya no lo es tanto donde había caza en abundancia cada día se les hace más difícil poder subsistir y las tierras de labranzas también cada vez dan menos frutos por falta o por abundancia de agua o por la desertización: estando en Bolivia en medio de la nada en una pequeña comunidad que vivían de la labranza y de algunos animales domésticos que les daban lana, leche, y algunas veces hasta carne, después de convivir varios días con esos pacíficos habitantes le hice la pregunta a uno de los más viejo: ¿qué es lo que más miedo le da en la vida?  este sin vacilar me dijo lo que más miedo le daba, era que dejase de llover, y que no puedan germinar las semillas, en la zona no había ningún río cerca y toda la agricultura dependía de las lluvias y en la zona llovía intensamente  dos veces al año pero hacia bastante tiempo que las lluvias ya no eran suficiente y los pozos que usaban para tener agua potable varias veces se quedaron secos y tenían que cavar varios metros para llegar nuevamente a las napas, el vaticinio del indígena Boliviano de que podía dejar de llover se está haciendo realidad en varias partes del mundo donde la desertización avanza a pasos agigantados, en la misma Bolivia el gran lago Poopó el segundo más grande después del lago Titicaca se seca periodicamente y los barcos hundidos en la arena de lo que era un hermoso lago nos está diciendo que se debe poner coto a todo lo que trastoque a la naturaleza.

Rotna Nadar.

INVITO A LEER, EL CHE: http://alfredolhernando.blogspot.com.ar/2015/02/el-che_17.html

 

lunes, 12 de septiembre de 2016

UNA PARÁBOLA




Paco tiene 8 años desde hace más de un mes su hogar se convirtió el un desconcierto, el andar y venir de los parientes el prepara de los baúles donde irán las pertenencias de su madre y sus hermanos, dejar el hogar no es para Paco una novedad desde que se fue su padre hace mas de dos años siempre se hablo del viaje que harían para radicarse en un campo cercano al de sus tíos que ya son estancieros en la República Argentina y fueron los que entusiasmaron a su padre para emigrar, lo que quisiera tener en América seria un pequeño cuarto como el que tiene aquí, esta sobre un granero y desde esa altura puede ver la campiña y las tierras que labraba su padre como la tradición que los pequeños latifundios quedan en las familias desde hace siglos sus tíos se encargaran de cultívalas; pero basta de divagar el día de la partida ya llegó, solo le falta despedirse de Gabriel su mejor amigo, era domingo y en todo el trayecto hasta su casa estuvo oyendo al padre de Gabriel tocando su acordeón, desde que era mucho más niño escucha los domingos esa música que llegaba hasta la ventana de su cuarto palidecida por la distancia y mezclada con los trinos de los pájaros,del ladrido de algún perro, el canto de algún gallo, el balar de las ovejas y cuando el teñir de las campanas de la pequeña iglesia llamaba a misa dominical, trasformaba en una gran orquesta, todavía por su corta edad no sabía que algún día esa música le haría conocer el secreto, de que la vida tiene un principio y un fin lo del medio solo es un instante que pasará inadvertido.
Pero no hablaremos del viaje en el fondo de un buque con pasaje de tercera, no hablaremos de los primeros años en un campo de la provincia de Santa Fe, no hablaremos como pasaron los años, pero podríamos hablar que al cumplir 78 años, estaba viudo y con varios hijos que ya se encargan que sus campos siguan produciendo y estaba embarcado en un trasatlántico de lujo, vuelve por primera vez a España y lo hacía en primera, y vestía sencillamente como siempre había vivido.
Hace 70 años cuando era un niño, fueron con su madre y sus hermanos al mediterráneo para abordar el buque y lo habían hecho en tren, hoy en día todo esta entrecruzado por rutas pero Paco prefirió el tren quería desandar el tiempo por donde había pasado, llevaba poco equipaje, cuando llegó a la que había sido su casa estaba totalmente cambiada, sus primos le quisieron agasajar y darle la mejor habitación, pero desde que había llegado no le podía sacar la vista a la pieza que estaba sobre el granero, desde luego era su antigua pieza donde tantas veces vio el cielo estrellado antes de serrar los ojos para dormir, cuando les pidió a sus primos que los días que se quedara a dormir quería hacerlo en su antigua pieza, rápidamente la acondicionaron y todo fue muy sencillo, lo único que pidió fue su antigua cama, su mesa y su silla.

Cuando se instaló se estarció con la vista de la campiña era domingo y como en un sueño le llego como un susurro, una tenue melodía de un acordeón, pero percibió que no era la música alegre que escuchaba cuando niño esta música era muy distinta sin ser triste sonaba melancólica quizás le faltara, el trinar de algún pájaro, el ladrido de algún perro, el balar de alguna oveja, de repente escucho el repiquetear de las campañas de la pequeña iglesia, y como cuando era niño empezó a seguir el hilo de la melodía cruzó la acequia que corría junto a la alameda y cuando llego frente al ejecutante, vio a un viejo un poco encorvado y con el cabello muy blanco, y se vio por primera vez no como se veía diariamente ante del espejo se vio como realmente era; Gabriel dejando de tocar y mirándolo a los ojos, simplemente le dijo ¡PACO!



               Alfredo Hernando          9/9/2014, Escobar.

jueves, 1 de septiembre de 2016

Los tembladerales.






Los tembladerales de Dolores
La historia que relato empezó en el año 1850 en un páramo que hoy se llama Dolores y está ubicada en la zona norte de la Provincia de Buenos Aires; en aquellos años la zona no era lo que hoy es, una ciudad pujante sin los peligros que asechaban a los paisanos que se aventuraban a transitar esos parajes llenos de alimañas venenosas, pajonales siempre inundadju⁷gyos, y lo peor los tembladerales que podían tragar  al caballo y su jinete en unos minutos.
La peligrosa zona solo la habitaban salteadores, cuatreros y contrabandistas, que se sentían a salvo cuando los perseguía la justicia, al llegar a los tembladerales los milicos renunciaban a perseguirlos.

Hilario se tenía fe por el conocimiento que tenia de los tembladerales y era el mejor montado de la zona tenia un malacara muy brioso muy bien cuidado, pero lo trataba con mucho rigor para dominar la soberbia de tan hermoso animal, del cual dependía para poder huir airoso de sus perseguidores.
De Hilario en cuestión de quien voy a relatar la historia se dice que en su juventud había sido muy buen domador, que  llego a Dolores y se convirtió en contrabandista, se formó baquiano de los tembladerales guiado por un viejo bandido; una tarde en pleno invierno cuando se dirigía al rancho de su maestro vio al Ruano y se alegró de encontrarlo porque el viejo era muy andador, pero le extrañó que Malo el perro no salió a recibirlo como era su costumbre, cuando con precaución entro al rancho en la penumbra de un farol de kerosene vio al viejo tirado en su catre evidentemente en mal estado y le contó con palabras entrecortadas que lo había picado una víbora cuando sin verla la pisó, le quiso mirar la picadura y el viejo terminantemente no lo dejo, le dijo que lo suyo no tenía remedio que se estaba muriendo, que lo escuchara atentamente, le dijo que como lo apreciaba no quería que heredara nada de él, y que le iba a pagar por unos trabajos que le encomendaría, y señalándolé una lata que estaba sobre un cajón le dijo, esa plata es todo lo que junte en mis fechorías y es tu paga, dicen que la plata no tiene olor, pero yo desconfió del dicho, a mi como vos sabes no me sirvió de mucho, viví mi perra vida como un bicho; ¡mi cuchillo! tíralo no te lo quedes tiene demasiadas muertes, después me tiras al río, porque se desde siempre que vivimos para comer y que de ultimo ser comida y no quiero que me coma ningún bicho de esta ciénaga, luego le llevas mi Ruano al francés y le decís que se lo mando yo, sé que lo va a cuidar siempre le gustó, y varias veces me lo quiso comprar , a malo te pido que te lo quedes siempre esta alerta y te va acompañar y a vos sos al único que siempre quiso, ya hablaba con mucha dificultad, y casi no lo oía, y le dio el último consejo, no partas hasta la madrugada, pronto empezará a llover y va a ver sudestada, salir ahora es muerte segura, la víbora no la pude matar pero me pico dos veces y hasta mañana no tendrá veneno no va ser un peligro para vos , empezó a tartamudear y las palabras que quiso pronunciar se las llevó con él, y al rato murió, Hilario se levantó como un resorte, pensando en salir de la ciénaga antes que empezara a llover, acercó al ruano que todavía estaba con su recado y horquetó al viejo atándolo fuertemente por debajo de la panza, luego tomo la caja con el dinero y la puso en la alforja, el cuchillo envainado en una simple suela  lo coloco junto al suyo que tenia la empuñadura y la vaina de plata, que era su orgullo , a Malo lo ató para que no se separe, tomo el farolito de kerosene, lo rompió al pie del catre lo que provocó un incendio, pensó en congraciarse con la víbora, que si nadie ocupara la tapera recuperaría su lugar en el pantano, donde no debería vivir persona alguna, ya estaba decidido a abandonar para siempre esa vida que la viviría como un bicho, como reconoció que había vivido el viejo, llevando de tiro al perro y al Ruano  salió buscando tierra firme,  cuando se dio vuelta vio la tapera  totalmente envuelta en llamas, siempre fue difícil salir de día de esa ciénaga, pero en invierno y casi de noche lo era mucho más,  pero se sabía baquiano, el viejo le había enseñado todos los secretos, para vadear los temblederales, que estaban disimulados por la vegetación, el que no supiera leer el suelo y los pastos que los ocultaban, caería junto a su caballo y sin remedio perderían sus vidas, al rato el pronostico del viejo se hizo realidad, se oscureció de repente y empezó a llover copiosamente le era imposible ver los senderos y rápidamente la sudestada se hizo notar y tuvo que enancar a Malo, que ya no hace pie, al rato  tuvo que detenerse y ya le era imposible retroceder pensó en quedarse hasta que amaneciera y las aguas bajasen, pero cuando el agua les llego a las vejigas a los caballos se vio finado, y pensó que de los consejos que le dio el viejo no cumplió ninguno, salió antes del amanecer, al perro pensó soltarlo en cuando pisasen tierra firme,  al ruano se lo iba a quedar no se lo iba a lleva al francés chupa cirios, la daga del viejo la llevaría de recuerdo, la plata la pensaba gastar toda, y pensó que jamás siguió un consejo ni de su madre desde que era un niño, y ya de joven a su padre cuando le pedía que no se juntara con fulano o zutano que eran mala junta, pero no seguir los consejos del viejo fue lo peor que había hecho y le iba a costar la vida, como para sobornar al pantano, tiro al agua en cuchillo del viejo y detrás el suyo, luego tiro la caja con el dinero, sin haber experimentado ningún arrepentimiento, como el dicho que el dinero lo compra todo,y ya había pagado tiro su rebenque con el cual había domado y maltratado a su caballo en tantas huidas de los milicos y pensó que los caballos al sentirse libres (quién sabe) lo quisieran ayudar y siguiendo sus instintos lo podrían sacar de ese cajón de muerto que se había convertido en pocas horas el pantano, les saco el freno al Ruano y a su Malacara,  solo les dejo el cabestro, y poniendo por delante al ruano que era el más viejo y ducho los hizo marchar; como si estuvieran esperando la orden salieron decididos, y pareciera que sabían hacia donde iban pero a medida que avanzaban vio que el agua seguía subiendo porque el rumbo que tomaron era  de nuevo asía el centro del pantano, donde estaba en el único albardón donde había hecho su 
tapera el viejo, pero poco a poco fueron virando hacia el norte y zigzagueando una y otra vez noto que el terreno se hacía más firme y al ir aclarando vio con alegría que el agua solo les pasaba los cascos ya completamente 
de día llego a una barranca del río desde donde arrojo el cadáver del viejo no sabía ninguna oración pero pidió a Dios que perdonara al viejo y que lo haga dormir en un sueño en que no tuviera 
pesadillas simplemente un sueño para que descansase en paz junto a los que ya murieron, luego tomo el rumbo para lo del francés y le entrego el Ruano y entendió que el francés lo cuidaría bien, a Malo lo llevaría cabresteando hasta que se alejaran de Dolores y después lo soltaría y si quería hacerle compania, gustosamente lo llevaría, al Malacara le puso de nuevo el freno pero le soltó la rienda para que por segunda vez lo llevara donde él quisiera, ya sabía que los caballos son inteligentes, y nunca hubieran vivido por su propia voluntad en un pantano infesto habiendo tantas tierras hermosas.

“Todos los enfermos graves al borde de la muerte y que recuperan la salud milagrosamente, o como todos los que pasan por alguna circunstancia donde sus vidas corrieron serios riesgos, después de estos trances, si vuelven a tener otra oportunidad por lo general cambian su manera de ser, se vuelven menos ambiciosos se preocupan por las pequeñas cosas de la vida y lo principal se vuelven más humanos”

Después que el Malacara logró salir airoso de los tembladerales, Hilario abandonó y para siempre los pantanos de Dolores y por segunda vez le devolvió el libre albedrío a su pingo le soltó rienda para que tome el rumbo que quisiera, después de llevarlo por todo el país recaló cerca de las cataratas de Iguazú.

Si usted hoy pasa por la zona y preguntara a algún paisano quien fue el mejor domador de la zona sin ninguna duda a pesar de trascurridas tantas décadas le dirán que fue Hilário Miró que llego desde Dolores al norte de la provincia de Bs. As. montado en un malacara llamado “Bravo” que era porteño, que fue el primer domador que no usaba látigo ni rebenque tampoco los maltrataba, que les sacaba las cosquillas hasta que tomaban confianza lo montaba primero en cuero y de pues de varios día les colocaba el apero, como hacían los indios pampas y que Hilario murió de viejo en el año 1899.
     Alfredo Rebizzo Hernando, Villa el Rodeo, San Luis 11/4/2014